El Aceite de Árbol de Té, obtenido de las hojas del árbol Melaleuca alternifolia, es un aceite esencial ampliamente valorado por sus propiedades antibacterianas, antifúngicas y purificantes, lo que lo convierte en un aliado natural en el cuidado de la piel, las uñas y la higiene personal.

Gracias a su acción antifúngica, es utilizado como apoyo natural en casos de hongos en las uñas (onicomicosis), ayudando a limitar la proliferación de microorganismos, mantener la uña limpia y reducir el mal olor asociado. Su uso constante, siempre diluido, contribuye a mejorar el aspecto de la uña y la piel circundante, siendo un complemento ideal dentro de rutinas de cuidado diario.

Asimismo, el aceite de Árbol de Té es reconocido por su utilidad en pieles con tendencia acneica o con impurezas, ayudando a purificar y equilibrar la piel. También se emplea en el cuidado del cuero cabelludo, especialmente en casos de caspa o exceso de grasa, aportando una sensación de limpieza y frescura. En la higiene de los pies, contribuye a controlar la humedad y el mal olor, y puede utilizarse sobre pequeñas zonas de la piel para mantenerlas limpias y protegidas.

Su versatilidad permite integrarlo en diferentes usos de cuidado personal, ya sea diluido en aceites vegetales, incorporado a cremas, o aplicado de forma localizada según la necesidad.

Para un uso adecuado, se recomienda utilizar únicamente de forma externa, diluyendo 1 a 2 gotas en un aceite vegetal (como coco, almendra u oliva) antes de aplicar sobre la piel o las uñas, asegurándose de que la zona esté limpia y seca. Evitar el contacto con ojos y mucosas.

Contraindicaciones:

Uso exclusivamente externo.

No ingerir.

No aplicar puro directamente sobre la piel o las uñas.

Evitar su uso durante el embarazo, la lactancia y en niños sin supervisión profesional.

Suspender su uso si se presenta irritación, enrojecimiento o sensibilidad.